jueves, 19 de septiembre de 2013

DISTINTAS VISIONES DEL CUENTO "CAPERUCITA ROJA"

ROALD DAHL
5to y 6to representaron el cuento tradicional "CAPERUCITA ROJA"   en versión de ROALD DAHL(1916-1990, británico)
 
 Leyeron el cuento clásico y luego "CUENTOS EN VERSO PARA NIÑOS
PERVERSOS" de Roald Dahl. 
Aquí descubrieron una versiòn divertida, diferente, de aquel cuento clásico.


 Aquí les dejamos el cuento interpretado por los niños.


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Caperucita Roja y el lobo
Estando una mañana haciendo el bobo
le entró un hambre espantosa al Señor Lobo,
así que, para echarse algo a la muela,
se fue corriendo a casa de la Abuela.


- Puedo pasar, Señora?-, preguntó.
La pobre anciana, al verlo, se asustó pensando:
- ¡Este me come de un bocado!
Y, claro, no se había equivocado:
 se convirtió la Abuela en alimento
en menos tiempo del que aquí te cuento.
 Lo malo es que era flaca y tan huesuda
 que al Lobo no le fue de gran ayuda:
¡Tendré que merendarme otra señora!.
 Y, al no encontrar ninguna en la nevera,
Gruñó con impaciencia aquella fiera:
- Esperaré sentado hasta que vuelva
Caperucita Roja de la Selva
 –que así llamaban al Bosque la alimaña,
creyéndose en Brasil y no es España–.
Y porque no se viera su fiereza,
 Se disfrazó de abuela con presteza,
se dio laca en las uñas y en el pelo
se puso gran falda gris de vuelo,
zapatos, sombrerito, una chaqueta
 y se sentó en espera de la nieta.
Llegó por fin Caperu a mediodía y dijo:

- ¿Cómo estás, abuela mía?
Por cierto, ¡me impresionan tus orejas!

- ¡Abuelita, qué ojos tan grandes tienes!

- Para que pueda verte Don Ernesto el oculista
 dijo el animal mirándola con gesto angelical
mientras se le ocurría que la chica iba a saberle mil veces más rica
que el racho precedente.
 De repente Caperucita dijo:
- ¡Qué imponente abrigo de piel llevas este invierno!
 El Lobo, estupefacto, dijo:
- ¡Un cuerno! O no sabes el cuento o tú me mientes:
 ¡Ahora te toca hablar de mis dientes!
¿Me estás tomando el pelo...? Oye, mocosa,

 te comeré ahora mismo y a otra cosa.
Pero ella se sentó en un canapé
 y se sacó un revólver del corsé,
 con calma apuntó bien a la cabeza
 y – ¡pam! – allí cayó la buena pieza
Al poco tiempo vi a Caperucita cruzando
por el Bosque... ¡Pobrecita!
¿Sabéis lo que llevaba la infeliz?
Pues nada menos que un sobrepelliz (abrigo)
 que a mí me pareció de piel de un lobo
que estuvo una mañana haciendo el bobo.



FELICITACIONES A LOS COMPAÑEROS DE 5to, 6to Y DIRECTORA ROSSANA LUCIAN, QUIEN LOS ESTIMULÓ EN LA LECTURA Y EXPRESIÓN TEATRAL.

LOS INVITAMOS A LEER EL LIBRO COMPLETO, LO ENCUENTRAN EN
www.jewishprograms.org cuentos en versos para niños perversos

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